El alma de un pecador fue al infierno,
para sufrir allí eternamente
a causa de sus pecados.
Pero entonces ocurrió algo imprevisto:
el alma cogió un virus y se murió.
Cuando Dios se enteró,
furioso, lo remedió en seguida:
resucitó aquella alma pecadora,
para que así pudiera seguir
sufriendo eternamente
a causa de sus pecados.
Tal como estaba previsto
en el Plan Divino de Dios.
para sufrir allí eternamente
a causa de sus pecados.
Pero entonces ocurrió algo imprevisto:
el alma cogió un virus y se murió.
Cuando Dios se enteró,
furioso, lo remedió en seguida:
resucitó aquella alma pecadora,
para que así pudiera seguir
sufriendo eternamente
a causa de sus pecados.
Tal como estaba previsto
en el Plan Divino de Dios.