Presumilda cada día
consulta en internet
las medidas actualizadas
de la chica ideal.
Se mide la cintura,
se observa la barriga,
el volumen y la firmeza de los pechos.
Mira también atentamente
el brillo y el corte de sus cabellos,
su cutis, sus manos, sus uñas,
el dibujo y la turgencia de los labios,
el perfil de los ojos,
de las pestañas y las cejas.
Y el culo: el pompis, el trasero.
Todo lo compara con los valores
de la tabla actualizada.
Y si se ha desviado de los valores ideales, sufre.
Se entristece, y para sobrellevar la tristeza,
se toma un ansiolítico y un antidepresivo.