En la guerra comíamos hambre,
bebíamos miedo y dormíamos insomnio.
De día y de noche, esperábamos la visita
del terror, las bombas y el fuego.
Luego, sepultábamos a los muertos.
Ya no nos acordábamos, de la esperanza:
hacía tiempo que también estaba enterrada.
bebíamos miedo y dormíamos insomnio.
De día y de noche, esperábamos la visita
del terror, las bombas y el fuego.
Luego, sepultábamos a los muertos.
Ya no nos acordábamos, de la esperanza:
hacía tiempo que también estaba enterrada.