La pulga se quejaba a Dios:
¿Por qué me maldicen a mí,
si tú me creaste así?
Y Dios le dijo a la pulga que,
para entender el misterio,
debería ir al seminario.
Que estudiando teología
quizás lo entendería.
En estas, a la pulga preguntona
se la comió una mariquita.
(las mariquitas, por si acaso,
nunca hacen preguntas a Dios)
¿Por qué me maldicen a mí,
si tú me creaste así?
Y Dios le dijo a la pulga que,
para entender el misterio,
debería ir al seminario.
Que estudiando teología
quizás lo entendería.
En estas, a la pulga preguntona
se la comió una mariquita.
(las mariquitas, por si acaso,
nunca hacen preguntas a Dios)
(*) Dibujo de Marjane Satrapi, manipulado.