El ratón le dijo al hipopótamo:
- ¡Tú tienes la fuerza, pero yo tengo la inteligencia!
El hipopótamo no dijo nada. Luego, de golpe, de un pisotón aplastó al ratón. Y la inteligencia quedó convertida en papilla.
(existe otra versión del cuento en la que el hipopótamo, al final, en lugar del pisotón, hace una gran caca encima del ratón, y este muere igualmente, aturdido y asfixiado a causa del alud de caca)