Ha ocurrido de nuevo: en la República de Kalashnikova un hombre ha sido arrestado por salir a la calle con la punta de la barba asomándole por debajo del burka. La Presidenta del país ha dicho, una vez más, que la policía de la moral seria inflexible contra todos aquellos que osen desafiar la norma, de obligado cumplimiento para los hombres, de no mostrar la barba en público, una norma basada en las escrituras de la profeta Salima Salimova, inspiradas directamente por la diosa Nur (su Sagrado Nombre sea por siempre alabado).
Al difundirse la noticia del arresto, y de la pena que le será impuesta al detenido, cien latigazos y diez años de prisión, delante de las embajadas de la República de Kalashnikova en distintas capitales extranjeras se han congregado manifestantes pertenecientes a Colectivos Masculinistas (acompañados de algunas mujeres), reclamando la abolición, ya, de la histórica opresión de los hombres en la República de Kalashnikova.
Ante las protestas internacionales, la presidenta de la República de Kalashnikova se ha mostrado rotunda: es intolerable, ha dicho, cualquier intento de inmiscuirse en las costumbres y las políticas internas de su país, basadas en la Tradición, la Verdad Revelada y el papel subordinado asignado a los hombres por Nur.
El burka integral para los hombres, ha añadido, no es en absoluto una forma de opresión, sino una manera de protegerlos a ellos, tanto de sus propias tentaciones (es sabido que los hombres son débiles, volubles y caprichosos), como del apetito concupiscente, los arrebatos, y el descontrol que despertarían en las mujeres las caras descubiertas de los hombres.
Seguiremos pendientes de los teletipos.