Una mamá a otra, en el parque:
- Cuando son chiquitinis no hay que precipitarse, ya que se podría condicionar su libre albedrío de género: de momento le tratamos como 'per', porque todavía no tenemos claro si se sentirá perro, perra o perri.
Otra mamá:
- Claro, sería horrible que a causa de las imposiciones autoritarias, capitalistas, machistas, bancarias, patriarcales y omnívoras, los chiquitinis se inscribieran en el registro civil según sus 'aparentes' órganos sexuales. Porque, a ver, ¿qué son las apariencias? Plutonio y Aristofino ya lo decían, puro espejismo y sombras de caverna.
La primera mamá:
- Eso, más adelante ya decidirán ellis, con total libertad, cuáles son sus órganos sexuales sentidos.
La segunda:
- Además, el ser sentido, en un entorno de absoluta libertad, puede ser cambiante, fluido, voluble. A la mía le pasa: los días impares se siente perra, los pares perro, y los fines de semana, cobaya o liebre.
La primera:
-Pues esto, sobre todo respeto, mucho respeto, que nuestros perris son muy sensibles, ¡y luego nos cuestan una fortuna en psicólogis!