El jeque Abdul Abdulá ha contratado un consorcio de empresas para que, en medio del desierto, le construyan una réplica del Everest a escala real, para así, cuando le apetezca, poder esquiar en sus laderas.
Según los estudios previos realizados, el proyecto es costoso pero viable, y además, esto se ha tenido muy en cuenta, no tendrá ninguna repercusión medioambiental negativa, ya que está previsto tomar todas las medidas correctoras necesarias.
El jeque Abdul Abdulá y el consorcio de empresas están muy contentos.