05 noviembre 2018

La primavera


Ciruelos en flor.
Campos de trigo y amapolas.
Vuelos de vencejos, olor a tomillo y retama.

Ante la exuberancia de la primavera,
el poeta, emocionado, 
escribe su oda.

Mientras, el amo explota,
los trabajadores cobran miserias,
sus familias pasan hambre.

Si protestan, es peor:
vienen los gendarmes y detienen.
Y en los calabozos, en ocasiones torturan.

El poeta, de espaldas, 
con tapones de cera en las orejas, dice:
-Yo no me meto en política.

(y el amo y el comisario sonríen)

El río sigue su curso,
las aguas teñidas de humillación,
llenas de dolor y miseria.